Los electricistas saben muy bien que cuando se miden instalaciones eléctricas a menudo parece haber tensión, aunque se sepa con seguridad que los cables no tienen corriente. Esto se conoce como tensión de dispersión o tensión fantasma y se produce por la capacidad de los cables. Debido a la muy alta entrada de impedancia del medidor, esta tensión de dispersión no tiene a donde dirigirse, lo que provocará una lectura incorrecta.
La solución es asegurarse de que existe una baja impedancia entre los terminales de entrada del medidor. No obstante, esto no resulta tan fácil como parece, ya que resulta vital garantizar la seguridad del electricista.